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Dime dónde viven tus empleados y te diré dónde abrir tu próxima oficina

El análisis de los desplazamientos de los trabajadores (commuting) cobra cada vez más relevancia a la hora asesorar a las empresas que deben decidir la ubicación de su próxima oficina.

02 de diciembre de 2020

"Predecir cómo serán los desplazamientos desde el lugar de origen hasta la oficina aporta al inquilino un plus de confianza para tomar la decisión final sobre su ubicación".

Inés Araguás, Directora de Research, JLL España

Si dirige una empresa y debe tomar la decisión sobre dónde ubicar su próxima sede, cruzar la información del tiempo y el modo en el que los trabajadores llegarán hasta su nuevo lugar de trabajo puede resultar decisivo para inclinarse por una ubicación frente a otra. O si es la primera vez que va a abrir una oficina física en una nueva ciudad, conocer los tiempos de desplazamiento de empleados, clientes y proveedores hasta su sede, le ayudará a decidir la mejor localización.

Estos ejemplos ilustran el enorme poder que conceden hoy los datos a las empresas, también a la hora de elegir su próxima sede. En el ámbito inmobiliario, servicios como el análisis de commuting cobran cada vez más relevancia debido a su papel de facilitadores de la toma de decisiones, ya permiten conocer al instante y de una forma muy visual si una ubicación será beneficiosa para los objetivos de la empresa y sus trabajadores.

¿Qué engloba el servicio de commuting?

En general, el análisis de commuting valora los desplazamientos de los habitantes de un área desde su lugar de residencia hasta el de trabajo u ocio. En el caso del sector inmobiliario, el commuting se centra en la dirección y duración de los desplazamientos de los empleados desde y hasta el lugar del trabajo.

Este análisis ayuda a las empresas a responder a preguntas como:

  • ¿La nueva localización será atractiva para los trabajadores? ¿Facilitará que puedan acudir a la oficina?
  •  ¿Qué opciones hay para que los empleados utilicen el transporte público para acudir a su puesto de trabajo?
  •  ¿Cuántos empleados viven a poca distancia de la oficina, que se puede recorrer a pie o en bicicleta?
  •  ¿Cuántas plazas de aparcamiento necesita realmente la empresa?
  •  ¿Qué medios de transporte debería promover la empresa?
  •  Si se efectúa algún cambio en la movilidad (por ejemplo, poner en marcha un servicio de carsharing), ¿cómo afectará al comportamiento de la plantilla?

Las conclusiones obtenidas se basan en datos actuales y reales y se presentan como un mapa gráfico completo. La información allí mostrada ayuda no solo a los inquilinos, sino también a los inversores con activos en propiedad. Los datos les permiten “poner cara” a sus futuros inquilinos y establecer una estrategia ad-hoc enfocada a las necesidades de estos colectivos. El commuting beneficia también a los propios empleados. Conocer sus hábitos de desplazamiento facilita que puedan disponer de un espacio de trabajo “a su gusto”, que impacte positivamente en su satisfacción y bienestar.

Inés Araguás, Head of Research de JLL España, lo resume así: “sacar partido de la información sobre los desplazamientos de los empleados es el primer paso para que una empresa pueda tomar la mejor decisión acerca de la ubicación idónea y sus requerimientos de espacio. Alinear estos datos con los objetivos del negocio permitirá dar con el espacio de trabajo adecuado, acorde al perfil y a las necesidades de los trabajadores y de la compañía”.

Los desplazamientos tras el COVID-19

Sin duda, la pandemia del COVID-19 ha cambiado la manera en que usamos los espacios de trabajo y la relación entre empresas y trabajadores. El teletrabajo ha venido para quedarse y muchas compañías se replantean su estrategia inmobiliaria para adaptarse a la “nueva normalidad”. 

“Sigue existiendo gran incertidumbre sobre cómo se van a adaptar los espacios de oficinas a esta nueva realidad, puesto que entran en juego un gran mix de factores. Lo que sí está claro es que la elección de la ubicación óptima continuará siendo clave. En este sentido, la localización de una oficina debe facilitar el desplazamiento seguro de los empleados, así como asegurar tiempos de viaje razonables. La capacidad de predecir cómo serán los desplazamientos (en tiempo y forma) desde el lugar de origen (hogar del empleado) hasta la oficina mediante un análisis de commuting aporta al inquilino un plus de confianza a la hora de tomar la decisión final” afirma Araguás.

¿Cómo se realiza un análisis de los desplazamientos en la práctica?

El commuting utiliza una muestra anonimizada de las direcciones que tienen los empleados de una empresa y tiene en cuenta principalmente variables relacionadas con la distancia. 

En función de las direcciones aportadas, nuestro equipo utiliza distintas APIs, que permiten valorar todas las opciones de transporte desde un lugar, ya sean públicas o privadas, e incluso aportan información sobre cuánto de expuesto está ese lugar a los atascos o sobre la contaminación producida.

Aparte de calcular los tiempos de desplazamiento, el análisis también traza combinaciones entre los transportes para conocer la distancia exacta de puerta a puerta. Eso es especialmente útil para aquellas empresas que están considerando ofrecer servicios de movilidad adicionales para el primer y el último tramo del viaje de sus trabajadores (por ejemplo, a través de lanzaderas).

A continuación, incluimos un ejemplo de un análisis de commuting realizado sobre una muestra aleatoria de 200 direcciones en Madrid, que calcula su distancia respecto a la oficina de JLL situada en Paseo de la Castellana 79. Para calcular los tiempos, se ha considerado que el desplazamiento se producirá un martes a las 8 de la mañana.