Los materiales de construcción, la eficiencia energética y la gestión de residuos han sido claves para reducir el impacto de los bienes inmuebles en el medio ambiente.

Pero el sector industrial también está empezando a estudiar las vías de suministro, aprovechando la tecnología para avanzar en las estrategias de sustentabilidad de las empresas.

Por ejemplo, una instalación industrial del oeste de Sidney (Australia) mide la producción de carbono de los vehículos de reparto, un esfuerzo que le ha hecho ganar puntos para la certificación ecológica. El puerto de Cleveland, en Ohio, utiliza cada vez más las vías navegables en lugar de las rutas intermodales por ferrocarril y carretera.

Mientras tanto, las empresas de mensajería y los gigantes del comercio minorista están usando vehículos eléctricos para las entregas de última milla.

Estos esfuerzos se producen en medio de un impulso más amplio hacia las prácticas corporativas sostenibles. Mientras que las soluciones ecológicas han desempeñado durante mucho tiempo un papel limitado en la toma de decisiones de los ocupantes industriales, la sustentabilidad está desempeñando un papel cada vez más importante en las cadenas de suministro y en los inmuebles logísticos, según el informe El Futuro de la Logística Inmobiliaria Global de JLL.

"Como sector, tenemos que superar los límites de lo que creemos que podemos conseguir si queremos mover la aguja del cambio climático", afirma Damien Silvester, analista de sustentabilidad de JLL.

Ser ecológico es rentable

Ser ecológico es rentable

La sustentabilidad está ahora entre las tres consideraciones principales cuando los ocupantes buscan rentar bienes raíces comerciales, según la encuesta de JLL sobre Bienes Raíces Responsables.

La encuesta, realizada a 550 directivos de empresas inmobiliarias de Asia-Pacífico, reveló que el 70% de ellos está dispuesto a pagar una prima de alquiler para arrendar edificios ecológicos. Algunos ya están pagando entre un 7 y un 10 por ciento más en los costes de alquiler para ayudarles a cumplir los objetivos de descarbonización.

Aunque la certificación ecológica de los edificios está aumentando, a los expertos les preocupa que el crecimiento sea insuficiente para cumplir los ambiciosos objetivos de cero emisiones de los inquilinos, especialmente de los edificios industriales.

Según la agencia, en Australia y Nueva Zelanda sólo 300 edificios industriales tienen la calificación Green Star de las 2.785 certificaciones concedidas entre 2002 y 2020.

"Las bases de clientes de los minoristas cuestionan cada vez más el impacto de la cadena de suministro en el medio ambiente, por lo que esperamos que las consideraciones ESG se incorporen más al diseño de los edificios industriales", afirma Annabel McFarlane, directora de investigación logística e industrial de JLL.

El transporte y la tecnología se consideran vías clave para avanzar en este frente.

"Ya sea la electrificación o los combustibles renovables, se están haciendo muchos esfuerzos para reducir el impacto medioambiental de la infraestructura que impulsa el comercio electrónico", afirma Michael Ignatiadis, responsable de la cadena de suministro y soluciones logísticas de JLL - APAC, en el podcast "El verdadero coste de las entregas rápidas".

"Pero no hay duda de que hay un camino aún más sostenible y eso sólo puede lograrse si los inversionistas, los inquilinos, los propietarios y el gobierno trabajan juntos", dice.