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Ciudades inteligentes: ¿hasta dónde hemos llegado?

El avance constante de la tecnología está cambiando nuestras ciudades, con claros beneficios que surgen en algunos lugares más que en otros

11 de noviembre de 2019

Las visiones de ciudades futuristas donde proliferan las tecnologías para mejorar la vida han existido desde los albores de la ciencia ficción. Sin embargo, los autos voladores y los edificios en las nubes, escenas típicas de Los Supersónicos, no están a la vista.

Aun así, la humanidad merece algo de crédito por sus logros: desde autos sin conductor hasta edificios con emisiones neutrales de carbono. Y, dado el ritmo creciente de la urbanización, la necesidad de áreas urbanas eficientes y sostenibles –las llamadas ciudades inteligentes– nunca ha sido tan urgente.

"En esta era digital, los gobiernos, los planificadores urbanos y las empresas ven la oportunidad de utilizar tecnologías, desde la inteligencia artificial hasta los sensores, para mejorar donde viven, trabajan y juegan las comunidades", dice Jeremy Kelly, director principal del Programa de Investigación de Ciudades de JLL.

Una ciudad inteligente, por definición, utiliza tecnología y datos para mejorar la vida de sus residentes, impulsar la eficiencia del gobierno y crear un entorno fértil para las empresas en crecimiento.

Entonces, ¿qué tan inteligentes son las ciudades inteligentes en este momento del siglo XXI? Echemos un vistazo al progreso en cuatro áreas clave:

1. Vehículos autónomos

Los vehículos sin conductor han sido aclamados como la clave de las ciudades inteligentes. Entre sus promesas están la movilidad mejorada y la calidad del aire mejorada. Investigadores de la Universidad de Cambridge descubrieron que los autos sin conductor bien administrados que trabajan juntos mejoran el flujo de tráfico en un 35%, mientras que otro estudio mostró que los vehículos eléctricos sin conductor podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80% para 2050.

También podrían aliviar la demanda de espacios de estacionamiento y mejorar la conectividad de última milla (el último tramo de una línea de comunicación, llámese telefónica o cable óptico, que da el servicio al usuario).

¿Dónde nos encontramos ahora?

El programa piloto del Servicio de Pasajeros de Vehículos Autónomos de California en Silicon Valley ha permitido que startups como Autox Technologies, Pony.ai y Zoox, así como Waymo de Google, brinden servicios de taxi sin conductor.

En Asia, Singapur construyó un parque de pruebas para probar los autobuses autónomos. La ciudad china de Guangzhou fue un paso más allá y recientemente otorgó licencias a cinco empresas chinas para permitir vehículos autónomos en calles seleccionadas.

Sin embargo, los expertos están de acuerdo en que, aunque la tecnología exista y algunas ciudades ya operen autobuses autónomos, una ciudad de autos sin conductor aún está muy lejos.

2. Neutralidad de carbono

La Agencia Internacional de Energía estima que los sectores de la construcción y la construcción contribuyen con el 40% de las emisiones de carbono de una ciudad. No obstante, el rápido ritmo de la urbanización se traduce en una creciente necesidad de más viviendas y bienes raíces comerciales.

Las Naciones Unidas esperan que el 68% de la población mundial viva en ciudades para 2050. Una ciudad con edificios que ahorren energía ayudaría a mitigar el cambio climático para un futuro más sostenible.

¿Dónde nos encontramos ahora?

Los alcaldes de 19 ciudades de todo el mundo, como París, Copenhague, Tokio y Sídney, prometieron que los edificios en sus ciudades se adherirán a los estándares de carbono neutral para 2050. De hecho, la capital danesa ha elaborado un plan integral –para colocar a la delantera– para ser la primera capital neutral en carbono para 2025.

Mientras tanto, Melbourne apunta a cero emisiones de carbono para el próximo año; sus operaciones en la ciudad ya están certificadas como carbono neutral desde 2012 a través de la inversión en proyectos de compensación.

3. Productividad laboral

La inteligencia artificial es otra tecnología clave para las ciudades inteligentes, que ofrece la capacidad de optimizar el tráfico y el transporte, mejorar la seguridad e impulsar los esfuerzos de sostenibilidad.

Pero las empresas también están recurriendo a la inteligencia artificial para los espacios de trabajo. Parte del objetivo es proporcionar a los empleados el espacio de respiro para trabajar en tareas más significativas e innovadoras. Esto también podría crear entornos más felices, más cómodos y atractivos. A la larga, estos benefician el resultado final.

¿Dónde nos encontramos ahora?

Este es un lugar donde las ganancias se mueven con bastante rapidez. Los edificios y oficinas ya usan inteligencia artificial y sensores para monitorear y ajustar la temperatura y la iluminación.

Empresas como la compañía de software Autodesk y el proveedor de soluciones ambientales Bee’an van un paso más allá. La primera utiliza algoritmos para diseñar una oficina que combine a los trabajadores con sus condiciones de trabajo preferidas; mientras que la nueva sede de la segunda en los Emiratos Árabes Unidos implementa inteligencia artificial en todos los puntos de contacto, desde la adquisición hasta la provisión de un conserje digital para cada empleado y visitante.

4. Espacios comunitarios inclusivos

Los sensores y análisis de recopilación de datos proporcionan el tipo de información más profunda que ayudará a los planificadores de la ciudad a crear espacios que sean más inclusivos para las personas mayores y las físicamente discapacitadas.

A través de hogares inteligentes mejorados con monitoreo remoto, así como tecnologías de asistencia como dispositivos portátiles, los ciudadanos que son más vulnerables pueden disfrutar de una mejor calidad de vida y tiempos de respuesta más rápidos para emergencias médicas.

¿Dónde nos encontramos ahora?

Barcelona ofrece un programa de teleasistencia domiciliaria con casi 100,000 usuarios para controlar a sus ciudadanos mayores y discapacitados. Melbourne ha instalado tecnología de señalización de balizas en seis estaciones ferroviarias de la ciudad para ayudar a las personas con discapacidad visual a desplazarse por las estaciones más congestionadas mediante el suministro de información a una app llamada Blindsquare.

En Japón, donde hay la población más anciana del mundo, los ciudadanos del suburbio de Tama en Tokio pueden descargar una app gratuita que podría ayudar a localizar a las personas con demencia que se han perdido o desaparecieron.

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